Lenguaje del mate

El lenguaje del mate

(Adaptado del libro de Amaro Villanueva)

Origen del lenguaje del mate

El primero en referirse al lenguaje del mate fue el Dr. Pablo Mantegazza, en su obra "Río de la Plata e Tenerife", publicada en 1867, que en realidad se refiere al "lenguaje del mate de salón", que cayó en el olvido al abandonarse la costumbre del mate en la alta sociedad.

Luego el lenguaje del mate reaparece en 1930 en "El fogonazo" (redactado por Amaro Villanueva), suplemento humorístico del diario "Entre Ríos" de Paraná. Allí aparecían imaginarios lenguajes de las frutas, las hortalizas, las legumbres y otras yerbas reideras. Entre ellos apareció también este "Lenguaje del mate":


  • Mate muy caliente: Yo también estoy ardiendo... de amor por tí.
  • Mate frío: Me eres indiferente.
  • Mate muy dulce: ¿Qué esperas para hablar con mis padres?
  • Mate amargo: Llegas tarde; estoy comprometida.
  • Mate tapado: Te expones a un bolsazo.
  • Mate lavado: A tomar mate a otra parte.
  • Mate espumoso, exquisito, fragante: Te quiero con todas las de la ley.

Luego, a partir de 1938, aparece en los almanaques distribuidos por las farmacias, con ligeras variantes del aparecido en "El fogonazo". En 1943 Kraft publicó el "Vocabulario y refranero criollo" de Tito Saubidet que en la parte dedicada al lenguaje del mate combina lo recogido por Mantegazza con la literatura de los almanaques farmacéuticos. Luego aparecen otras publicaciones folklóricas que en la parte destinada al mate refieren cosas similares, pero que, según Amaro Villanueva no se esmeraron en corroborar su autenticidad en las verdaderas fuentes, sino que solamente copiaron lo publicado por otros.


Vea también: El lenguaje popular del mate